“EL ARTE DE LA GUERRA”
SUN TZU
Debido a su capacidad de raciocinio y habilidades naturales, el hombre siempre ha sido un ser peligros.
Desde su aparición en la Tierra, el hombre debió protegerse contra las agresiones del medio ambiente.
Pero a medida que estos elementos eran más agresivos, el hombre tuvo que idear y crear herramientas y estrategias para protegerse de ellos.
Sin embargo, con el crecimiento de la capacidad de raciocinio se fue desarrollando y las agresiones del medio ambiente y de las bestias ya no representaron un peligro para ellos, los instintos de agresividad de esos seres primitivos empezaron también a desarrollarse y por diversas situaciones comenzaron a agredirse entre las comunidades.
De esta forma, aquellos seres primitivos comenzaron a pelearse buscando o deseando lo que no tenían, o lo que otras comunidades poseían.
Para lograr ventajas o doblegar a sus contrincantes, comenzaron a modificar las herramientas que en un principio había usado para cazar y reprimir el ataque de las bestias. Empezaron a idear tácticas de ataque y a elegir a la persona más hábil e inteligente para coordinar sus movilizaciones de guerras.
De esta manera fue como apareció la guerra en la Tierra.
Sun Tzu dice que quienes se conviertan en especialistas en el Arte de la Guerra someterán a sus contrincantes sin pelear, y que la máxima habilidad será salir victorioso sin derramar una sola gota de sangre. Esto se logrará, según Sun Tzu, frustrando los proyectos, programas y planes del contrincante.
CAPÍTULO I
“ APROXIMACIONES ”
· La guerra es un asunto muy importante para los gobiernos; por esto es necesario estudiarla a fondo.
· Considérala en función de los cinco factores fundamentales.
· El primero de estos factores se refiere a la influencia moral; el segundo, a las condiciones de la atmósfera; el tercero, a lo abrupto del terreno; el cuarto, al mando, y el quinto, a la doctrina.
· La influencia moral significa que el pueblo esté en armonía con sus gobernantes.
· Las condiciones meteorológicas representan el juego recíproco de las fuerzas de la naturaleza.
· Por terreno entiendo la distancia y facilidad o dificultad con que se debe recorre.
· Autoridad significa, que el general debe contar con sabiduría, equidad, humanidad, coraje y severidad.
· Estas cinco características las debe tener un buen general.
· Por doctrina entiendo la organización, autoridad, promoción de los oficiales al rango, la vigilancia y atender las necesidades fundamentales del ejército.
· Cualquier general ha oído hablar de estos cinco puntos. Quienes los dominen, triunfarán; los que no, serán derrotados.
· Cuando elabores un plan, compáralo con los elementos antes mencionados y analízalos conscientemente.
· Todo el arte de la guerra se basa en el engaño.
· Por esto cuando lo puedas hacer, finge, incapacidad, activo, la pasividad.
· Fastidia al general y confúndelo.
· Ponlo en situaciones difíciles y acósalo.
· Si se encuentra unido, divídelo.
CAPÍTULO II
“ LA DIRECCIÓN DE LA GUERRA ”
· El triunfo es el principal propósito de una guerra. Si tarda mucho en llegar, las armas se embotan y la moral disminuye. Cuando las tropas decidan embestir a las ciudades ya se encontrarán en el límite de sus fuerzas.
· Si el ejército realiza campañas extensas, el presupuesto del Estado no será suficiente.
· Un ataque puede carecer de un plan, pero es necesario que se realice con la rapidez de un relámpago.
· Cuando un país está desgastado por las actividades militares se debe al precio de los transportes a la largas distancia, el acarrear todos los suministros desde regiones muy lejanas deja al pueblo en la miseria.
· Por lo anterior, el general competente intenta que sus tropas se alimenten con los recursos del enemigo.
· Se saquea al enemigo porque se codician sus tesoros.
· Trata bien a los reos y cuídalos, para que nosotros podamos utilizarlos.
· Esto se llama “ganar un combate y convertirse en el más fuerte”.
CAPÍTULO III
“ LA ESTRATEGIA OFENSIVA ”
· Por lo general, en la guerra la mejor estrategia es tomar el gobierno intacto; exterminarlo sólo es una mal menor.
· Lo más importante en la guerra es destruir la estrategia del enemigo.
· El supremo refinamiento en el arte de la guerra es frustrar los proyectos del enemigo.
· Lo más conveniente es lograr que se desconozcan las alianzas.
· La peor estrategia es atacar las ciudades. No las embistas a menos que no tengas otra opción.
· Los que tiene habilidad en el arte de la guerra somete a las tropas enemigas sin efectuar un combate. Toman las ciudades sin realizar el asalto y vencen a un Estado sin efectuar peleas prolongadas.
· Tu propósito es tomar intacto “todo lo que se encuentra debajo del cielo”. Tus soldados estarán frescos y t triunfo será total. Esta es la clave de la estrategia ofensiva.
· El general es el protector del gobierno. Si esta protección abarca todo, el gobierno será, no hay duda, vigoroso; si tiene lagunas, el gobierno será, en verdad, débil.
· Si el ejército está confundido y suspicaz, los soberanos de las naciones vecinas provocarán conflictos. Esta es la razón del proverbio “La confusión del ejército conduce al triunfo del enemigo”.
· Existen cinco situaciones en las que el triunfo es previsible.
· El que sabe en qué momento hay que embestir y cuando no.
· Quien sabe como coordinar un ejército importante y uno reducido.
· Aquel que logre unir a sus tropas en torno a un propósito común.
· Quien actúa con prudencia y espera a un adversario que no lo es.
· Quien cuente con generales inteligentes y los proteja de las injerencias del soberano.
· “Conoce al enemigo como a ti mismo, y en cien combates, no correrá el más mínimo riesgo”.
CAPÍTULO IV
“ DISPOSICIONES ”
· Nuestra invencibilidad depende de nosotros, la vulnerabilidad del adversario, de éste.
· Quienes conocen el arte de la guerra puede convertirse en seres invencibles, pero no pueden conseguir que sus adversarios sean vulnerables a todo trance.
· Por lo anterior, se ha afirmado que es probable que se sepa cómo derrotar sin que esto suponga necesariamente que se va a lograr el triunfo.
· La invencibilidad reside en la defensa, las oportunidades de triunfo en la ofensiva.
· Un comandante en jefe hábil se desempeña de una manera que le garantice colocarse en una posición que lo proteja del aniquilamiento, y no desperdicia la ocasión de hacerse con el adversario.
· Un ejército triunfador lo es ya desde antes de entrar en el campo de batalla; un ejército perdedor, lucha sin esperanzas de ganar.
· Los elementos del arte militar son: En primer lugar, apreciación del espació; en segundo, la estimación de las cantidades; en tercero, los cálculos; en cuanto, las comparaciones, y, en quinto, las probabilidades de victoria.
CAPÍTULO V
“ ENERGÍA ”
· En términos generales, mandar a varias personas es como mandar a unas pocas. Es cuestión de organización.
· La posibilidad de que un ejército resista una embestida del adversario sin ser vencido está garantizada por las operaciones realizadas por la “fuerza extraordinaria” y por la “fuerza normal”.
· Como norma, durante una lucha usa tu energía normal para sostener la batalla, y emplea tu fuerza extraordinaria para lograr el triunfo.
· En batalla, sólo existen la fuerza extraordinaria y la fuerza normal, pero sus combinaciones son infinitas; no hay espíritu humano que pueda aprenderlas todas.
· Quien es experto en materia militar, posee un impulso incontrolable y efectúa su embestida con gran precisión.
· El aparente caos es resultado del orden; el aparente temor, del valor; la debilidad, de la fuerza.
· Un hábil comandante en jefe espera el triunfo basado en la situación, no en la eficacia de sus soldados.
CAPÍTULO VI
“ PUNTOS DÉBILES Y PUNTOS FUERTES ”
· Por lo general, quine ocupa antes que nadie el terreno y espera al adversario cuneta con la posición más provechosa; quien llega después y se precipita en la batalla, está debilitado.
· Por esto, los expertos en el arte de la guerra buscan por todos los medios que el adversario vaya al campo de batalla y no se dejan atraer por él.
· Ininteligible e intangible, el experto no deja rastros; misterioso como una divinidad, no se le puede escuchar. De esta forma pone al adversario a su merced.
· Quien ataca impecablemente se lanza sobre los puntos débiles del adversario; quien no puede ser perseguido cuando toca la retirada se desplaza con tal velocidad que nadie lo puede alcanzar.
· El enemigo no debe enterarse de dónde intento desarrollar el combate, debido a que, si lo desconoce, deberá estar alerta en varios puntos diferentes. Y si se dedica a vigilar muchos puntos, serán muy pocos los soldados que yo pueda encontrar en cualquiera de ellos.
· Averigua pues los planes del enemigo y sabrás qué estrategia será eficaz y cuál no.
· Agítale y descubre el esquema general de sus movimientos.
· Determina su disposición y asegúrate así del lugar del combate.
· Ponlo a prueba y descubre los sectores en que es fuerte y en los que es débil.
· Quien sabe conseguir el triunfo modificando su estrategia según la situación del adversario, merece ser considerado como un adivino.
CAPÍTULO VII
“ MANIOBRA ”
· Nada es más difícil que el arte de la maniobra. La dificultad en este ámbito consiste en convertir una ruta tortuosa en el camino más directo y en transformar la mala suerte en ventaja.
· Así se avanza por rutas solitarias y confunde al adversario con trampas.
· La ventaja y el peligro dependen de la maniobra.
· Quien envía a todo el ejército en busca de una ventaja no la obtendrá.
· Si deja el campamento para obtenerla se extraviará el material.
· Quienes desconocen las condiciones geográficas, no deben encabezar la marcha de un ejército.
· Quienes no se apoyen en guías locales no podrán lograr ventajas en el terreno.
· Como la guerra se basa en la confusión, movilízate cuando sea conveniente y realiza cambios de situación mediante la dispersión o la concentración de las fuerzas.
· Los expertos en el arte militar evaden al adversario fogoso; lo embisten cuando se ha calmado y sus soldados tienen una gran nostalgia. A esto se le llama contar con el factor “moral”.
· En toda disciplina esperan a un adversario desordenado, y, en calma, a un contrario vociferante. A esto se le llama contar con el factor “ánimo”.
CAPÍTULO VIII
“ LAS NUEVE VARIABLES ”
· Hay rutas que no se deben recorre, ejércitos a los que no se debe atacar, ciudades que no se deben situar y terrenos que no hay que pelear.
· Hay situaciones en las que las órdenes del soberano no han de ser realizadas necesariamente.
· El general que no sepa valorar los beneficios de los nueve factores variables no podrá lograr ventajas en el terreno, por muy bien que lo conozca.
· Las cinco variaciones son éstas: un camino, aunque sea el más corto no debe recorrerse si es peligros y si existe el riesgo de ser emboscado.
· Un batallón, pese a que pueda ser atacado, no debe serlo si la situación es desesperante y el enemigo está dispuesto a luchar hasta la muerte.
· Una ciudad, aunque esté aislada y lista para ser atacada, no debe serlo sise cuenta con razones para suponer que tiene mucha comida y es defendida por soldados de primera clase.
· Un terreno, pese a que su propiedad sea litigiosa, no debe ser motivo de una pelea.
· Las instrucciones del soberano, pese a que se deban ejecutar, no deben ser obedecidas si el general sabe que representan el riesgo de un control perjudicial.
· Quien se hace temer por sus vecinos lo logra causándoles daño.
· Existen cinco cualidades peligrosas para un general.
· Si se tiene miedo, puede morir.
· Si es cobarde, caerá preso.
· Si es irascible, puede ser ridiculizado.
· Si tiene un sentido del honor muy sensible, se le puede calumniar.
· Si tiene un espíritu misericordioso, se le puede atormentar,
CAPÍTULO IX
“ MARCHAS ”
· Por norma, si ocupas una posición y combates al adversario después de haber cruzado las montañas, ubícate cerca de los valles, Instala a tus batallones en una zona elevada frente a la ladera donde caen los rayos del sol.
· Combate cuesta abajo, nunca suba para atacar.
· Cruza con rapidez las marismas.
· En terreno llano acampa en un lugar que facilite tu accionar.
· Cerca de montículos, ondulaciones, terraplenes y excavaciones hay que colocarse donde el sol, con la retaguardia y el flanco derecho lomados como obstáculos.
· Si los emisarios del adversario pronuncian discursos llenos de humildad, pero éste sigue con los preparativos, es que va a avanzar.
· Si las palabras de sus enviados no son verdaderas, pero el adversario avanza con ostentación, es que va a retirarse.
· Si los enviados hablan con halagos es que el adversario quiere una tregua.
· Si el adversario solicita una tregua sin negociaciones previas, es que planea algo.
· Si el adversario observa una ventaja, pero no avanza para apoderarse de ella, se debe a que está fatigado.
· Si las órdenes no tienen firmeza, la moral de los soldados es baja y los oficiales se irritarán.
· Las gratificaciones muy frecuentes indican que el general está agotando sus recursos; los castigos muy frecuentes evidencian que padece una gran angustia.
· Si los oficiales tratan a sus súbditos con violencia y después tiene temor de ellos, es porque se ha alcanzado el límite de la indisciplina.
· En la guerra, la superioridad numérica no da ninguna ventaja. No avances confiado únicamente en el poderío militar.
CAPÍTULO X
“ EL TERRENO ”
· El campo, según su naturaleza, puede clasificarse en accesible, tortuoso, indiferente, cerrado, abrupto y distante.
· A un campo que puede ser cruzado con facilidad se le llama accesible.
· Un terreno del que se puede salir con facilidad, pero al que es difícil regresar, se le conoce como insidioso.
· Un terreno desfavorable para el adversario y para nosotros se llama terreno indiferente.
· Cuando uno se encuentra lejos de un adversario que posee un poderío semejante al propio, no es fácil provocarlo para combatir, y no se podrá ganar nada atacando las posiciones que haya elegido.
· La fotografía es el factor fundamental para ayudar al ejército a lograr un triunfo seguro.
· Si los oficiales son valerosos y las tripas inhábiles, el ejército está en peligro.
· Si el general es moralmente débil y su autoridad no es enérgica; si sus mandatos no son claros; si no hay normas precisas para guiar a los oficiales, y si los soldados y los batallones no tienen corrección, el ejercicio está desorientado.
· Conoce al adversario, conócete a ti mismo y tu triunfo nunca será amenazado. Conoce el terreno, conoce las condiciones meteorológicas y tu triunfo será total.
CAPÍTULO XI
“ LAS NUEVE CLASES DE TERRENO”
· Según el uso de los batallones que se permita hacer, el terreno puede ser clasificado en “terreno de dispersión, terreno fronterizo, terreno clave, terreno de comunicación, terreno de convergencia, terreno hostil, terreno difícil, terreno cercado, terreno mortal”.
· Si un señor lucha en su propio territorio, se encuentra en terreno de dispersión.
· Si se introduce un poco en territorio enemigo, se encuentra en terreno fronterizo.
· Un terreno favorable para ambos contrincantes es un terreno clave.
· Un terreno igualmente accesible para ambos contendientes es un terreno de comunicación.
· Si un Estados está circundado por otros tres, su territorio es un terreno de convergencia.
· Si un batallón se introduce profundamente en territorio contrario, está en un terreno hostil.
· Cuando el ejército rodea montañas, bosques, zonas abruptas o atraviesa pantanos, ciénegas y otros sitios de gran dificultad, se halla en un terreno difícil.
· Un terreno sin salida es un terreno cerrado.
· Un terreno donde un ejército sólo puede sobrevivir luchando bravamente se llama mortal.
· El general debe analizar muy profundamente los cambios tácticos adecuados a los nueve tipos de terrenos, las ventajas relacionadas con el empleo de las formaciones compactas o muy desplegadas y los principios que norman el comportamiento de los seres humanos.
· El general debe ser sereno, impenetrable, imparcial y dueño de sí.
· Debe saber cómo mantener a sus oficiales y a sus efectivos en la ignorancia de sus planes.
· Prohíbe supersticiones.
· Modifica sus estrategias y cambia sus planes, con el propósito de que nadie sepa lo que realiza.
· Ofrece compensaciones sin reparar en lo que es acostumbrado.
CAPÍTULO XII
“ EL ATAQUE POR EL FUEGO ”
· Existen cinco estrategias para atacar con fuego. La primera consiste en quemar a la gente; la segunda se refiere a quemar los almacenes; la tercera, quemar la materia; la cuarta, quemar los arsenales, y la quinta, usar proyectiles incendiarios.
· Para usar el fuego hay que poner en práctica varios medios.
· El material incendiario debe esta a la mano.
· Existen periodos propicios y días apropiados para utilizar los fuegos.
· En caso de ser atacados con fuego se debe reaccionar a los cambios de situaciones.
· El ejército debe conocer los cinco diferentes puntos de ataque por el fuego y estas constantemente a la expectativa.
· El soberano experimentado es prudente y el buen general es precavido ante los movimientos no considerados. Así, la nación está protegida y e ejército, salvo.
CAPÍTULO XIII
“ LA UTILIZACIÓN DE LOS AGENTES SECRETOS ”
· Quien se enfrenta al adversario durante varios años para conseguir la victoria en el combate final, pero desconoce la situación del adversario debido a que le duele otorgar nombramientos, honores y algunas centenas de piezas de oro, se encuentra totalmente desprovisto de humanidad.
· Lo que se conoce como “información previa”, se obtiene de hombres conocedores de la situación del adversario.
· Se cuenta con cinco clases de agentes secretos que se pueden usar: los agentes indígenas, los interiores, los dobles, los liquidables y los agentes flotantes.
· Los agentes indígenas son quienes proceden del país adversario.
· Los agentes internos son funcionarios enemigos usados por nosotros.
· Los agentes dobles son espías del adversario, utilizados por nosotros.
· Los agentes liquidables son aquellos espías nuestros a quienes intencionalmente damos informaciones totalmente